Has de ser ese máximo deseo que nos haga superar los sueños e ir más allá para que éstos se cumplan. Nos hemos de dar todo el momento de paz posible. Nos hemos de despertar con una consideración mayor hacia nosotros mismos.
Hemos de confesar lo que somos. Nos hemos de dar las pasiones que nos colocan entre divinas esperanzas. Nos hemos callado, pero ya debemos hablar.
Estemos con fuerza, con garbo, con maestría. Nos hemos de llamar con una fuerza suprema. Lleguemos donde podamos. Podamos siempre.
Nos hemos de complacer con un ansia de divinidades y también de consideraciones. Nos hemos de apañar bien. Nos otorgaremos aires de libertad.
Repongamos el quehacer mayúsculo. Nos debemos a la verdad que nos hace divinos con implementaciones de aficiones que nos sostienen cada día.
Hemos de tener claridad en las ideas, en su exposición, y en su realización. Ganemos.
Juan TOMÁS FRUTOS.
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