El día se preña de fe
en lo humano,
por ti, por tu presencia,
por ese apoyo esencial
que me lleva
por las sendas del amor.
Se junta una jornada divina
con otra de devoción
por ese deseo cumplido
de principio a fin.
Es el día,
y lo sé desde tu virtud señorial,
que me emplaza
a vivir de verdad.
El día agrada,
y mucho, y mucho más
de lo que puedo señalar
en un camino de rosas.
Todo va por el anhelo debido
mientras soñamos
con un recreo que supera
las dificultades proponiendo mejoras.
Todo va, y todo llega,
y todo es en los fundamentos
que nos destacan
que la fe, hoy como ayer,
mueve montañas.
Por eso sé que es el día.
Juan T.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario