Vivamos lo creíble
con un poco de amor,
con todo el que precisemos,
con razones de sencilla factura.
Experimentemos la vida
desde la emoción
de compartir, de entregarnos
a los criterios más universales.
Nos hemos de unir
con la convicción y la fuerza
como bases de futuro
y de justicia desde la paz.
Desbrocemos las opciones
y demos con lo esencial
disipando las dudas,
inspirando a los buenos,
a quienes nos pueden honrar
con su presencia,
con los sentimientos del cariño
ideal, calmado, visible.
Vivamos la realidad
como un óptimo sueño.
Juan T.
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