Saldamos las cuentas
y nos vemos como enamorados
del destino,
que nos une por y para siempre.
Estamos enganchados.
Nos compelimos
a dar con las emociones
que consideramos más señeras,
más fuertes, más eternas.
Nos quedamos el uno en el otro.
Nos introducimos
en el mundo del amor sin límites,
y nos soñamos como base
del anhelo en el que somos sencillos
y más que complejos
al mismo tiempo.
Eres la genialidad elucubrada
con reservas que nos disponen
hasta el mismo esquema triunfador.
Nos preñamos
de querencias y de singularidades
en pos de la naturaleza mayor
que nos previene y es
con situaciones jugosas.
Hemos aconsejado vivirnos:
entiendo que cumplimos con la coyuntura
que nos encuentra
donde los porvenires nos salvan.
Estamos en el punto.
Juan T.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario