Nos refrescaremos con unas intenciones que nos llevarán donde la emoción ha de ser más y más intensa. Nos consideraremos.
Ubiquemos las deferencias con unas clásicas caricias que nos conduzcan a lo favorito. Nos hemos de poner en los puntos ideales.
No rescatemos cuanto no es. Lo que fue ha de seguir por las redes de quienes gustan con encantos que nos promueven con lluvias refrescantes.
Podemos saltar hacia esos lugares en los que somos los mejores. Nos hemos de fijar en lo que se realiza con entusiasmos y con voluntades ciertas.
No apaguemos los fuegos de antaño con la nada. Nos hemos de mostrar como amigos. Nos debemos a lo universal. Resultará.
Juan TOMÁS FRUTOS.
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