Nos volcaremos
en la suavidad de un beso,
que sellará, sin tiempo,
el destino que hemos procurado
como base común.
No hay seguridades,
pero sí certezas,
para avanzar y darnos bellezas
y buenas intenciones,
sustentos, al menos en parte,
de la felicidad,
junto con la aceptación
de cuanto tenemos,
que es mucho.
¡Adelante siempre!
Juan T.
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