Nos alimentaremos del deseo con una conclusión que nos llevará donde podemos acertar con recuerdos y anhelos básicos.
Sigamos por la estela que más complace, por los dones mismos del amor, que nos ha de procurar un acercamiento a la verdad.
Nos debemos dar una apuesta que nos recorra con tentativas de avisos enormes. No apaguemos la luz antes de tiempo.
Dispongamos las impresiones con una causa que nos haga envolvernos de la emoción más singular y sincera. Pongamos en el punto la diversión más singularmente sincera.
Por todo lo expresado, nos vamos a considerar con un destello mayúsculo. Tenemos mucho que aclarar. Vanos otra vez.
Juan TOMÁS FRUTOS.
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