Surge el paseo
con la misma mañana,
que nos embriaga de aromas,
de pensamientos que nos conducen
a la génesis de una emoción,
que compartimos.
Surge el ser,
el volver, el poder,
el entregarnos a una memoria
que nos debe responder
con lo que somos,
con lo que nos inclina a soñar,
una vez más, porque sí,
en nosotros, en este rincón
que es centro del universo.
De nuevo, en La Manga,
en Cabo de Palos,
en la Ribera que no es límite
sino ilusión y conquista
de la felicidad en calma,
como el mar de esta mañana.
Negociamos sin papeles,
sin estudios, sin reflexiones,
en la virtud de estar a bien
con todos los conceptos.
El viento regala vida,
y con ella emprendo
esta jornada única, irrepetible,
que oscila entre la naturalidad
y la sencillez de entender
que este instante nos ha preparado
el mejor festín,
la simpatía de un entorno
que reporta familiaridad y conocimiento,
habilidad y coraje.
Surge el paseo que suma,
y, como intento referir,
no me puedo negar.
Juan Tomás
Frutos.
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