Platicamos. Nos contamos lo que sentimos en el mismo comienzo del día. Nos alegramos. Hemos empatizado.
Nos consultamos. Nos dejamos ir hacia ese océano que nos alimentará en los trances más complejos. Saldremos adelante.
Nos confabularemos con paciencia. Hemos de convertirnos en esas piezas claves que nos nutren de verdad. Nos consideramos apoyos. Lo somos. Lo seremos.
Aplicaremos remedios que nos invitarán a los trances más maravillosos. Nos consolidaremos. Deberemos decirnos algunas certezas con las que aumentaremos.
Los hechos serán nobles. Nos incitarán. Cuadraremos con los ángulos más maravillosos. Nos excluiremos. Nos resolveremos.
Los entendimientos serán mutuos, de conjunto, con ópticas de futuro.
Juan TOMÁS FRUTOS.
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