Corremos hacia el mar
cuando hemos de ir sin prisa.
No olvidemos el paisaje, la campiña,
los regresos al hogar,
que siempre será estelar
si lo que miras es amar
como si no hubiera un mañana,
que puede que no lo haya,
pero lo podrás justificar
y a la par explicar
con fuerzas y ganas
si bien sabes estimar
lo que en la vida te acompaña
mientras eso, con tus impaciencias,
vas al mar.
Juan T.
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