Te entiendo, amiga mía, y lo hago sin dar rodeos. Te has puesto en la mitad de un linaje que ahora se dignificará con tu intermediación. Hemos agrandado nuestras almas.
…
Te convences de que estamos confeccionados el uno para el otro, y los dos nos encontramos para sumar más. Nos hemos desgranado los sesos dándole vueltas a lo que solo podía resultar de una manera, con la felicidad por delante.
…
Vamos deprisa hacia ese umbral donde nos descalabramos para recuperar la memoria que fue colectiva. Nos hemos muerto en una ocasión, pero ahora nos adivinamos más vivos que nunca. Se es más feliz cuando se da.
…
Nos volvemos a esa casa que abandonamos por circunstancias que no vamos a rememorar pero que ahora nos proponen una sensación más maravillosa. Pensemos bien.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario