martes, 20 de octubre de 2009

La nave de tu corazón

Respiramos
tras una noche
de miradas simpáticas,
de amores
que confundimos
con la eternidad,
de experiencias nuevas,
aunque repetidas.

Tomamos ese impulso
para afrontar el día,
que aparece frondoso,
conspirador con la noche,
que aguarda a cada minuto.

Somos en la bondad
de unas sensaciones
de creencias posibles
porque andas tú por ahí.

Me conformo,
y me digo,
mientras viajo
en la nave
que tu corazón bonito
me procura.

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