Caminamos por esos lugares donde el aprendizaje es lo común. Nos elevamos por sierras donde la perspectiva es de amor. Nos hablamos con razones que son claves.
Hemos de darnos las paciencias de antaño con unas sensaciones clarividentes, extraordinarias, colmadas de buenas enseñanzas. Hagamos caso a cuanto tiene sentido.
Las existencias nos han de dar las palabras que aclaran qué hacer en los movimientos más fructíferos. Los elementos han de servir para unir.
Cada cuestión básica ha de sostenerse con una voluntad de contribuir a la muestra mayor. Nos hemos de asistir con reformas consolidadas.
La vida se compone de esencias con las que adelantarnos hasta la mañana más creativa, donde hemos de ser. Maduremos con pasión y buenos sentimientos.
Juan TOMÁS FRUTOS.
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