Sanemos las grietas
del destino,
que nos embriaga
con resortes nuevos
que, aunque débiles,
mantienen los conceptos claros.
Recuperemos las fuerzas
en un instante apasionado,
medio nuevo, liberador
de espantos y de vacíos.
Todo adquiere una dimensión
de voluntad y de energía
que nos llenará de dinamismo
en la búsqueda del amor
que nos otorgará la felicidad.
Ése es el objetivo.
Estando tan claro, no sé
cómo no lo conseguimos.
Juan T.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario