A la nanita nana,
nada de Clara,
que vienen los hermosos rayos
de la reluciente mañana.
Luce mi Clara
como agua bendita,
como el buen deseo
de la alegre
jornada.
Descansa, mi cielo,
que eres lucero
de la casa que habitas
y del mundo entero.
Nana de caricias,
cúmulo de delicias,
querencia y serenidad,
me llenas de sonoras creencias
en la bondad.
Duerme, mi amor,
que brillas y das calor
a un hogar lleno
de tu sonrisa y candor.
Nana, bendita nanita,
todo es sorpresa,
despertar y contento
en tu querida presencia.
¡Ay, nana de Clara!,
contigo que bonita
llega la mañana.
Juan
T.
1 comentario:
Que bonita es y, es que esa Clara se merece esa mañana y esa nana...es tan suave y linda como ella.
Bueno, papá, que tengas un buen miércoles de luz...sonríe.
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