Pidamos emociones reales
que demuestren
que estamos vivos,
que podemos con casi todo.
Solicitemos esperanza
en la ventanilla oportuna,
y seamos en sensaciones sueltas
que nos conduzcan
por donde la experiencia
mantiene el juego con brillo.
La luz que nos refuerza
está ahí, con diversos nombres,
en la naturalidad misma,
con la constancia del milagro
que se advierte en lo sencillo.
Pidamos ilusiones y amor,
y todo lo demás vendrá
por su propio peso.
Juan T.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario