La historia está llena de ofertas, de ocasiones, de
mutaciones para mejor. Verlas es cuestión de principios y de actitudes. Las
cuentas se hacen al final, y a menudo es mejor que ni eso. La vida es vida, siempre
lo es, y de esta guisa la hemos de percibir.
Arranca un nuevo día, y, aunque nos parezca con
bríos desconocidos y puede que hasta sin hilo conductor, recordemos que no se
escribe ninguna página sin soportes y elementos convenientes, que hemos de
poner y de reponer.
Miremos alrededor, y observemos todo cuanto nos merece
la pena. Aseguremos que la existencia es lo más hermoso. En este sentido hemos
de llenar la parte más generosa con una auténtica vocación de amar y de
consentir ser amados.
Mediemos en lo que nos sucede y pongamos lo más
conveniente en la dirección emprendida. Nos hemos de aprovisionar de sonrisas y
de altruismo. Todo lo que nos hace sonreír tiene que ver con la actitud
positiva y sencilla. Quizá éste sea el consejo reiterado y tópico para una
jornada que, pese a todo, promete que, si lo intentamos, no pasará
desapercibida. Hagamos que sea irrepetible.
Juan
TOMÁS FRUTOS.
No hay comentarios:
Publicar un comentario