Nos hemos de presentar con el ángel que nos guarda. Hemos sido en el trayecto que nos atrae. No caigamos en la distracción que nos propone mejorías sin contemplar lo que sucede.
Hemos recogido los planos que nos alertan de ocasiones con las que ir hacia la etapa que nos protegerá con los bienes más materiales, pero también con lo intangible.
Nos ennoblecemos con las referencias que nos tranquilizan en el sitio más adecuado. Hemos de ser en la noria misma de la historia, que nos aclara hacia dónde marchar y con quiénes.
Consultemos los emplazamientos donde somos un poco más hermosos. Podemos aparecer dichosos con lo ideal, con lo que nos viene con sus objetivos más queridos. Hemos de anhelarlo.
Juan TOMÁS FRUTOS.
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