Fecundamos
al propio amor
despertando los anhelos
de una libertad
con la que viajaremos
donde sea menester.
Supongamos
con la suficiente implicación
en el periplo
hacia ese bien
en el que confiamos.
Hemos de aclarar
lo que nos conviene
con una invitación
al plan
que destaca el resultado
con calidad y servicio
al corazón.
Surge lo mejor
de lo mejor ya
con rescates en el vacío.
Tenemos todo lo necesario.
Vamos por el amor.
Juan T.
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