Jugar y vivir,
sentir y seguir,
conmemorar y preparar
las reservas para no retener
lo que hemos de considerar
básico y deseable
en la búsqueda de un movimiento
intenso,
casi básico.
Lo que pretendemos con ansia
excesiva se va,
y lo que se defiende con el
conocimiento
se queda y se potencia
con emociones de claridad
meridiana.
Amar es dar con la base:
la altura dependerá de la dosis
que administremos.
Juan Tomás Frutos.
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