Registremos
en el corazón lo que somos:
nos hemos de ver
con caricias.
Recordemos que aparecemos en ellas,
con el contraste que nos realiza.
Seamos suficientes.
Nos iremos
donde sea preciso.
Nos abundaremos de nuevo
con cariño y deseo.
Nos expresaremos cada día
con todo el afán
que nos realiza desde ya.
Intervenimos para entendernos.
Todo se completa.
Y será.
Juan T.
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