Nos subimos
a la parte fundamental
que es en la entrega
y con resortes que suscitan
empatías y alegrías
que nos empujan
hacia la felicidad absoluta.
Damos con la palabra,
y llegamos con un toque maestro
que nos ensalza
con singularidades de belleza total.
Hemos de vernos así cada día,
en cada esquina, en el umbral
de millones de puertas,
en la plaza mayor de los sentimientos,
con garantías y sin ellas.
La cuestión es, será, vernos,
y luego todo vendrá por añadidura,
si es que hablamos de amor verdadero,
que es en lo que creo.
¿Tú qué dices?
Juan Tomás Frutos.
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