Sabes que te esperé. Sólo tú sabes por qué no viniste. Ahora vives tu increencia. El balance está lleno de dudas. No sé puede estar al mismo tiempo en los dos lados de un río. Estimas que sí, y ahora eres tú quien espera. Puedes imaginarte por qué no apareceré. No es un juego: es la vida misma.
Juan Tomás.
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