Canto tus excelencias. Me congratulo con el cosmos
sabiendo que te tengo como aliada. Nos perfeccionamos desde el complemento de
una sabiduría intuitiva. Nos llenamos de visiones que se irán cumpliendo.
Eres ese gesto que justifica el día de buena
mañana, eres la misma mañana, el cronómetro, sus horas, sus impresiones, sus
puntos de vista, sus caricias, su cariño, su mejor cara, lo que me envuelve y
tapa para otorgarme frío y/o calor, según proceda, con encanto, con emoción,
con pasión incluso, con sabiduría, con aspecto salvaje, con intenciones, sin
ellas, desde el compromiso por y para ser feliz.
Esto me inspiras:
Nos las
apañamos bien
con un beso,
que embriaga lo suficiente
para convertirlo en dosis
de un proceso,
puede que de un tratamiento,
para sanar
mediante el amor.
Eres un elixir mágico.
con un beso,
que embriaga lo suficiente
para convertirlo en dosis
de un proceso,
puede que de un tratamiento,
para sanar
mediante el amor.
Eres un elixir mágico.
A ti me agarro, a tu ademán, y en él me fundo
con y sin sorpresa en un amanecer que extenderemos
hasta la siguiente aurora. Sonríes por mis palabras: sabes que jamás como ahora
mismo te he dicho más alta verdad. Es viernes, y el universo te espera. No lo
olvides.
Juan Tomás Frutos.
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