Saborear

Refundamos ese amor que nos aclama.

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Nos hemos consentido con miradas claras.

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Hoy seremos, y todos los días.

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Nos hemos entusiasmado con lo que nos brindamos en forma de tiempo.

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Los anhelos son. Hemos cultivado las empatías.

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Nos regocijamos en los buenos instantes, en los de la pasión.

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Lideremos las etapas de pasiones totales.

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Nos hemos librado de los buenos instantes, y somos.

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Acudimos a la voluntad de antaño.

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No podemos esperarnos. El amor no puede atarse.

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Hemos vibrado y hasta vivido.

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Nos conformamos cada día, todos los días, con un sí que no tarda.

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Hemos tomado algunas razones. Somos otra vez.

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Pidamos y pensemos en nosotros mismos.

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Nos gustamos en el momento del amor mismo.

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Seamos con una afirmación real.

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Hoy nos subimos al trono.

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Realizamos los gustos externos, que interiorizamos para amar.

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No podremos vernos cada día, o eso me digo.

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Razonamos en el barco del tesoro.

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Nos aligeramos con medidas claras, con besos de voluntades serenas, con señales de suaves caricias.

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Nos damos esos días que son buenos por estar en el mismo plano.

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Nos invitamos a vivir con una dulce ilusión.

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Contrastamos esos aires que nos envuelven con sonidos que suenan a la felicidad de la infancia.

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Nos hemos enamorado constantemente.

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Hoy hemos sido con intenciones plásticas.

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Nos ponemos a aletear. Nos servimos de la mejor paciencia.

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Ya veremos de otro modo. Singularizamos las pláticas de amor.

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No contemos los besos. Hemos de saborearlos.

J.T.