Generemos el día perfecto,
y no para nosotros,
sino para nuestros sentimientos,
que irán más allá de nuestras insinuaciones
y comportamientos de complicidad.
Gestemos señales creíbles,
señaladas con algodones de presencia
y premura singular y añadida.
Reconozco equivocaciones
que se van perdiendo, superando,
gracias al amor,
que nos quita odios y enfados
y nos hace felices.
El día perfecto vendrá, sí,
por amor, con gran amor,
y por él, por amor, lo será.
Juan Tomás.
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1 comentario:
Guau!!! esto es poesia, chico. Esto es poesia.
Preciosa pagina para una mañana de sabado radiante.
Besos.
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