suene
la música que nos unió.
Siento
que nada ha cambiado,
aunque
todo se ha mudado.
Escucho
las letras que compartimos,
que
cantamos, que fueron nuestros gritos
de
guerra… amorosa.
Es
casualidad que ahora vuelva,
cuando
festejo la sinrazón,
el
olvido, la genialidad, el encanto,
la
voluntad, el hechizo, las circunvalaciones
que
nos repusieron
en
la cautela frente al riesgo.
No
sé qué hubo de cierto.
Me
engancho, ahora, al cariño
con
la música
que
es cita y diversión,
ocasión
y presencia con intereses
que
pesan por el paso del tiempo.
La
canción habla de hoy,
puede
que de ayer,
como
si todo fuera igual,
cuando
nada lo es, nada.
Es
un recuerdo entre hiriente y festivo,
con
pena y amor, con novedades
que
no se han tocado en años.
Es,
éste, un instante fugaz
que
me engancha,
pero
por miedo, o por azar,
lo
dejo ir,
y
me libero del hierro afilado.
Suena
la música:
será
todo por azar, todo.

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