Adoptamos normas
que son cercanías
en unos terrenos
que nos encantan
con sus fugaces caricias,
que saben a razones
y entendimientos con premisas
de buenos amores,
que lo son y lo serán.
Giremos a ambos lados
y veamos que la liberación
está en el cariño mismo,
en todo cuanto fue
con trayectoria querida.
Hemos de pedirnos aparecer
en la habitación que nos encanta
con unas presentaciones
de deseos puros.
Acabemos para ser
en la noche de los buenos instantes
con peticiones renovadas
de serenas voluntades.
Nos reclamamos tiempo.
Lo tenemos.
Es la buena noticia.
Juan T.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario