Gestionemos
esas emociones que nos devuelven
a cuanto fuimos
en la noche compuesta
de varias eras divinas
en las que tuvimos
de nuestro lado
el deseo y mucho más.
Nos hemos de congratular
por las fortunas compartidas
con señas de identidad
en las que seremos
lo más grato y anhelado.
Creemos en nosotros mismos,
y eso, en sí, es el mejor paso,
el que alberga futuro.
Juan T.
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