Soñé que eras tú,
y me dije
que tenía mucha suerte.
Te veo en mi realidad,
y me siento
el más afortunado
del mundo.
El destino
nos ha juntado al fin
desde un inicio merecido.
Nos comunicamos
hasta en el silencio,
que hacemos fuerte
con un sí de amor
que nos lleva
donde el camino
se convierte en universal.
Soñé, y has cumplido.
Juan T.
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