Rastreo en tu corazón,
y me veo.
Tengo suerte
de poder navegar
por aguas de pasión
que alimentan
mi espíritu en días complicados.
Las recetas
de lo mágico y eterno
se convierten en condiciones cercanas,
y lo valoro con tiento.
Busco de nuevo en mí,
y te veo,
y soy yo también,
casi en un regreso a esa etapa
que alimentamos sin saberlo
y que llamamos "de amor".
La vida es sencilla y crítica
a la vez, recurrentemente,
y por eso sus sabores y aromas
dependen tanto de nuestras actitudes.
Hoy pretendo un encuentro,
y nos vemos.
Juan T.
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