Recuerdo qué podemos hacer,
y confecciono contigo esos ideales
que nos proponen cambiar
para mejor,
para ser en la destreza
que nos dispone
con fundamentos sólidos.
Nos llamamos la atención
en positivo,
y viajamos hasta ese punto
en el que la inflexión
es beneficiosa y común.
Todo está por suceder
en un universo de pláticas.
Singularizamos los empeños,
que son y están en el propósito básico
que nos libera
del mundo en el que nos hallamos.
Iremos de nuevo
a contemplar la luz de un amor
que todo lo ha de dar.
Podemos mucho:
nos aguarda el más lindo futuro.
Ya estamos en marcha.
Juan T.
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