Beso el día.
Soy feliz,
y lo soy por ti,
y por eso me entrego a la jornada,
que es plena,
por ti, por mí,
por esa relación que fecunda
cada segundo, formando la historia perfecta.
Nos abrazamos
a cada momento, en cada instante,
estando presentes, y también en la distancia.
El día se nos abre
en idónea combinación.
Tenemos la oportunidad
de sabernos irrepetibles.
Los espacios y el tiempo
se corresponden con los deseos:
ahora se trata de viajar
por donde sea menester.
Los anhelos nos irán
poniendo en lo más alto.
Ya te digo
que besos y caricias no faltarán.
También habrá algo
de sana improvisación.
Juan T.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario