No busquemos
lo que ya tenemos.
La vida es un
milagro especial
en el que no
siempre advertimos
que lo
maravilloso es sencillo a la vez,
y suele estar
ahí, cerca.
La Creación
nunca buscó lo extraño
para compartir
el contento y la alegría.
Si fuera así
necesitaríamos varias dimensiones
para lograr la
paz y la jovialidad
que nos pueden
permitir decir
que hemos
recorrido de verdad,
como confesaba
y rezaba el poeta escritor.
No
pretendamos, por ende, lo que ya está:
el punto ha de
emplazarse en saborearlo con ansias,
sin recovecos,
esperando que la emoción
nos invada y
nos gane,
porque, en la
pérdida de esa partida,
se hallará
siempre nuestra victoria.
Una fortuna
que poseemos en lo tangible,
y también en
lo espiritual,
es el
territorio,
que nos brinda
esperanza y encuentros,
con vehemencia,
con fervor, con creencia
en uno mismo y
aún más…
Veo la luz de
nuestra Murcia,
y me digo que no albergo,
desde estas
apreciaciones,
mejor tesoro.
Y así es.
No lo
persigamos cada mañana:
hemos de
palparlo,
de experimentar
esa Región hermosa.
Todo se resume
en la existencia, compartida,
aquí, ahora,
en la eternidad.
Juan Tomás Frutos.
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