sábado, 2 de abril de 2016

¡Al fin!

Recitas ese nombre
que sabe a la gloria
del amor esperado
durante siglos de una historia
que ya no es personal
sino colectiva y empática.

Exclamas tus sentimientos,
y yo hago lo propio
con los míos, tuyos a la vez.

Respondes y enuncias,
y digo y subrayo,
y ambos entendemos
que hemos estado aguardando
justo este preciso instante
que nos une de verdad.

Lo palpamos.
¡Viviremos espléndidas jornadas!
Las veredas son nuestras.
¡Al fin!

Juan Tomás.

No hay comentarios: