Desaparece el momento,
o eso pensamos,
y nos sentimos tristes.
Confiemos también en que sea por un momento;
y soñamos bien
para que el tránsito sea posible
hacia la libertad anhelada, necesitada.
Desaparece lo más preciado,
y soñamos con un regreso
que no conviene.
La suerte nos ha dado la ocasión
de superar la tribulación
y de empezar una nueva vida.
Todo mejora, sí, en un momento.
Juan TOMÁS.
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