Los resultados que nos igualan a la felicidad

Invoquemos a los que nos quieren con la versión más enamorada. Nos debemos corresponder con una rueda de preguntas que nos hagan sanar en el instante más apasionado. Nos debemos liberar con una voluntad y una creencia oportuna.

Tributamos con ese movimiento que nos ha de añadir una creencia en nosotros mismos. Hagamos caso al corazón. Limemos asperezas, cada vez que podamos.

Nos debemos pensar con una quietud que nos invite a vivir en la paz de las alturas que nos predican con todo tipo de ejemplos. Nos hemos de señalar con una voluntad divina, consumida para renovarla otra vez.

Nos hemos de divisar y de divertir para superar los linderos que nos proponen cambios con unas moderaciones estelares. Amar es una garantía de felicidad.

Agotemos esos instrumentos que han de ser aprovechados en etapas que van y vienen. No todo da de sí, pero hemos de intentarlo en un tránsito que es efímero.

Aguantemos esas fórmulas que nos pueden traducir de verdad todo aquello en lo que creemos. Apostemos fuertemente y con convicción para dar con esos resultados que nos igualan a la felicidad.

Juan TOMÁS FRUTOS.