Echo de menos tu voz,
tu rostro, tu entretenimiento,
tu gozo en la muestra
de valores que nos han de regalar
instantes bondadosos,
con todo lo que suponen.
Añoro los momentos
que compartimos en las noches
de ambivalencias y de creencias
en un mundo mejor,
que nos llegó,
que se olvidó,
que se fue a otro amanecer.
Estamos en ese universo
que nos propone cambios
con sentimientos equilibrados
que iremos estirando
hasta ese bien que todo lo procura.
Seamos de nuevo,
con el sí que nos gusta,
que nos implementa
en ese camino nuevo,
que suena a repetido,
donde demostraremos
que la práctica, que la experiencia,
nos ha servido muy mucho.
De momento, te echo de menos.
Supongo que pasará.
Juan T.
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