Hagamos que todo vaya bien teniendo como exponente la voluntad de la partes, que han de conformar aquello en lo que creemos. Nos hemos de dar la oportunidad de amar y de ser amados. No finjamos jamás los afectos, y acudamos a las llamadas del corazón. Seamos propios.
Parlamentemos con propiedad de cuanto tiene una acusación sin recibo respecto de aquello que hemos fijado en un momento determinado. Nos hemos de llamar con atenciones cariñosas. No rompamos la sensación de honestidad en la que nos debemos mover.
Hemos de preferirnos con mil asuntos que nos han de transportar a los orígenes que no han de combatir sino mostrar los itinerarios de confluencia pacífica. No malgastemos el tiempo con un umbral de presentes que no utilizamos. Seamos prácticos.
Reservemos la fiesta con el mejor afán. No estemos en el sitio de siempre. Procuremos dinamismo y movilidad para dar con la misión que nos reporta aspectos diáfanos. No estemos en el lugar que nos cansa, sino en aquel que nos regala brillo.
Los trasiegos de otras etapas nos han de permitir confluir en lo importante, en lo que nos merece la pena. Es quizá lo que interesa. Demos empaque a lo que hacemos con una formulación sin cortapisas. Hemos de expandir el amor.
Juan TOMÁS FRUTOS.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario