Vivimos
la paz del deseo
comprendido y correspondido
ante la levedad
de la contingencia humana.
Existimos
con impresiones que son
y están a tono
con la voluntad que nos encanta.
Sepamos por dónde queremos ir
aplicando intereses compartidos
con frescas señales de amor.
Vivamos el deseo,
y, en el viaje, procuremos hacerlo realidad.
Juan Tomás.
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