Eres la suma de todo aquello en lo que he creído en los últimos años. Has conseguido que las cuotas de felicidad sean auténticas señales en un mundo de compromisos que no varían en lo esencial. Tener la fiesta con sus sabores tan cerca, tan a mano, nos ayuda a disfrutar de un grado de deleite con concursos figurados.
Hemos de avanzar en el día a día con símbolos que irán configurando las posturas más diestras. No apaguemos la voz de quienes nos pueden ayudar. Seamos constantes.
Queramos de verdad, sin cortapisas, presentando las emociones como base del entendimiento, que ha de ser lo que sea, lo que debamos, con unas importancias más que relativas. Impongamos la moral como sustento del modelo en el que hablamos. Todo es relevante.
Nos hemos de procurar dar un ápice de sensaciones sugerentes. Hemos de consultar los deseos de quienes vienen con el quehacer aprendido desde una óptica solidaria, conjunta, llena de peticiones para ser entre volúmenes de tareas que hemos de desarrollar para el bien común.
Los planes han de formularse con atractivos que supongan el tino más acertado. Nos hemos de propiciar un óptimo humor. Cada vez que podamos, nos regalaremos horas para el camino, de modo que no nos quedemos en la rutina, en el hastío, en la nada. Podemos, siempre, un poco más.
Juan TOMÁS FRUTOS.
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