Hemos de apostar por caricias que nos lleven donde el mar lo dice todo. Podamos desde los mejores remedios, que han de disponer las opciones con las que vivir.
Sintamos que las opciones y sus capacidades pueden. Nos hemos de inventar en el cauce mismo. Los sueños han de ser en la noche del deseo.
Posibilitemos que las caricias sepan a algo. Nos hemos de prevenir con las señales que nos amoldarán a las prevenciones sin querencias no entendibles.
Hagamos que los corazones vuelen hacia el punto de la mejor amistad. Los fines han de ser en los momentos más creíbles. Las existencias tienen los aromas de lo que hemos sembrado en ellas.
Sujetemos los elementos esenciales para estar donde las posibilidades tienen creencias en nosotros mismos. Vayamos hacia el amor. Nos espera. Comuniquemos con él.
Juan TOMÁS FRUTOS.
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