Anoche conocí a una persona muy especial: me dijo que está pagando los estudios a 4 alumnos/as, y que este año le han correspondido con el mejor abono: "me han aprobado todo". Hay gentes especiales por doquier. Lo escuchaba y me emocioné. Le dedico estas letras:
La recompensa
es vivir,
compartir, andar por la misma senda,
sin pesadillas, soñando,
siendo con los demás.
Nada tiene sentido en soledad:
hemos recorrido tanto
y hemos llegado hasta aquí
y en este ahora
con el estímulo y el disfrute
de la mejor versión,
que nos recorre
con pláticas singulares
que todo lo disponen
desde la intención del amor.
Hay ejemplos, muchos,
que quizá no hacen ruido.
Hagamos que el sonido
sea un estruendo por ellos,
en definitiva por nosotros mismos.
Lo bueno nos alcanzará
gracias a estas personas,
que son emblemas,
por su constante afirmación.
La recompensa es vivir
en paz.
Juan T.
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