Has dicho
lo que piensas,
y ahora sabes
que no es bueno
decir, corazón,
todo lo que uno
lleva en el interior.
Te has desnudado
ante ti misma,
y te pides
una transparencia
de pensamientos
alocados, rotos,
impuestos, estimados,
con unas posturas
más que coherentes.
Nos deseamos.
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