jueves, 1 de noviembre de 2012

Caricias implicadas

Hablemos de amar en el punto que toque, marchando hacia delante y sin dejar nada en el camino. No planteemos un juego en el que no estemos cómodos. Hagamos caso a la entereza del corazón, que nos puede mover hacia esa montaña que nos permitirá ver con objetividad y perspectiva.

No hagamos un repaso exhaustivo, pero tampoco dejemos de lado lo esencial. Lo necesitamos para que todo funcione como debe. No fracasemos antes de empezar por falta de confianza. Nos debemos predicar con trigos comestibles.

Nos queremos mucho, y hemos de demostrarlo con voluntad y sin ansiedad. Nos debemos fomentar el desarrollo de un serial de opciones con las que movernos sin cesar. No rompamos esa parte que nos puede conducir por lugares que antes fueron y que volverán a ser. Tengamos en cuenta el compás más hermoso.

Nos hemos de dar esa enseñanza que funciona, con fórmulas de apaños sinceros. No deformemos las voluntades que nos han de aplicar recetas casi mágicas. Alteremos las previsiones para llegar a donde nos conviene.

Intentemos tocar los corazones de los maestros, de ésos que nos hacen brillar como lo que somos. Partamos hacia esa emoción que nos debe regalar cariño con caricias implicadas en lo que nos reglamentará desde lo más señero.

Juan TOMÁS FRUTOS.

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