miércoles, 2 de enero de 2013

Esforzarnos en ser felices

Suscitemos esos acuerdos que nos deben dar ese margen en el que creemos cada día. Nos hemos de preparar para salir adelante de la mejor manera que podamos. No nos asustemos. La vida tiene trances de los que hemos de aprender. La prisa no es buena, y pararnos tampoco.

Hagamos que los corazones funcionen al unísono. No dejemos que la penumbra nos invada. El territorio tiene que ser marcado con besos, con afecto, y desde él hemos de procurar un progreso societario, colectivo, fuerte.

Hemos de buscar la oficialidad y la naturalidad, la improvisación y el cálculo, el deseo y la realidad, desde ópticas que nos impriman el mejor compromiso, el balance más creíble y estimulante.

No señalemos sendas que nos inviten a la incomodidad. Nos debemos dar ese empuje que se puede convertir en buen motor.

Afiancemos los éxitos, esas conquistas que nos aclaran por dónde debemos caminar. Nos hemos de dirigir hacia esas rutas que nos distinguen en lo humano. Podemos ser dichosos, claro que sí, pero no olvidemos que hemos de realizar el suficiente esfuerzo para ello.

Juan TOMÁS FRUTOS.

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