Funciona la vida
con actividades que están
en el trance mayor
del deseo.
Seguimos hacia el mar
que nos propone cambios
con los que son fines perpetuos.
Hemos dado con la esencia misma,
la del cariño,
desde la emotividad,
y en ella estamos
con recetas suaves y más cuestiones.
Nos ubicamos en el casi.
Nos preñamos de creencias
en lo humano,
y seguimos, siempre seguimos,
porque es nuestra obligación.
Hemos dado en el clavo.
Juan T.
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