Nos implicamos
con el amor en lo singular
y en lo extenso,
procurando avanzar
hacia la emoción misma.
Nos levantamos
y creemos en el presente
que es futuro
con símbolos reales.
Damos con la mejor plegaria
en forma de actuación
y nos importamos
con hechos que recurren
a cuanto ha sido atractivo y fantástico.
El amor toca a nuestra puerta,
y la abrimos de par en par.
¡Qué pase!
Juan T.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario