Sabes que miraré en positivo.
Le daré la vuelta
al hábito que me regalas,
y lo haré no por hacerte la contraria,
sino porque creo que la esperanza
reside en la fe, en la confianza,
en la visión de un atardecer
que anuncia la mañana siguiente
y no el ocaso del día.
Todo es una cuestión de miradas,
de sensibilidades, de empatías,
de consideraciones plácidas
en las que hemos de navegar
con una gracia de pura eternidad.
No quedemos en ese trasiego
que se carga de caos y de zozobra
y nos aboca a la nada.
Mira tú también con optimismo,
que el mañana nos pertenece.
Juan T.
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