Nos hemos de interesar por el momento y el planeta en el que viajamos con una voluntad férrea de mejora, de cambio, de mutación para mejor.
Pensemos en el futuro sin causas perdidas, sin agobios, procurando que la solidaridad sea esa antesala de la belleza integral.
Nos debemos disponer para el éxito anónimo y compartido desde la afición y el atractivo más generoso. Nos regalaremos hermosura con buenos actos. Lo notaremos en lo cotidiano.
Las precisiones de años atrás nos han de servir para implicaciones en el quehacer embriagador. Nos haremos caso, y seremos felices cultivando lo más productivo.
Modernicemos los corazones, que han de ser flexibles ante las eventualidades de una era que nos deberá brindar buenos instantes. Hagamos que los segundos valgan la pena.
Juan TOMÁS FRUTOS.
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1 comentario:
Buenos días: me uno a esta defensa de la solidaridad y los buenos actos en general. La generosidad debe mover el mundo hacia un mejor plantemiento de la sociedad, en el que todos nos impliquemos en la felicidad de todos.
Un beso.
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